Por Darío Regalado
Presidente Cámara de Comercio Ecuador Shanghái China
El país se encuentra en un proceso de transición política y con el mismo ha vuelto el optimismo a nuestro día a día, a pesar de que todavía el Covid es un problema latente todos nos preparamos y trabajamos por una reactivación económica. En este sentido, son recibidas con beneplácito las intenciones del nuevo gobierno de fomentar el comercio exterior.
Las oportunidades que nos brinda el mundo para hacer buenos negocios y con ello generar un crecimiento económico constante en el país y nuevas fuentes de empleo cada vez son mayores, en el mundo actual ningún país, ninguna economía puede sobrevivir desconectada, creemos que el Ecuador esta en condiciones de llegar al mercado internacional con productos procesados de calidad y ser reconocidos ya no solo como importadores o exportadores de materia prima, alcanzar estos objetivos depende del trabajo conjunto de los empresarios, gremios y cámaras de la producción, junto al gobierno, ya que las políticas públicas tienen una incidencia clave en esta misión, especialmente en la reputación del país frente a la colectividad internacional.
Una de las noticias positivas en este sentido se trata del retorno del Ecuador luego de doce años al Ciadi (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones), sí es que, con la llegada de este nuevo gobierno, vemos cómo se van dando pequeñas pero significativas señales hacia afuera de que estamos aceptando los retos que conlleva ser parte de la comunidad mundial, esperamos que se sigan tomando decisiones que nos permitan ganar confianza en el mercado internacional.
Desde la Cámara de Comercio Ecuador Shanghái China, considerando este nuevo tiempo queremos hacer un llamado en este sentido a realizar ese esfuerzo extra que signifique un cambio permanente y positivo para todos los ecuatorianos, la pandemia no puede ser solo una mala experiencia, sus enseñanzas, empezando por la solidaridad y la unidad deben ser desde hoy, parte de nuestra forma de vida, de producción y de cómo hacemos nuestros negocios, pensar solidariamente significa cumplir con nuestro rol de una manera honesta, dando lo mejor de nosotros, ya que ninguna decisión política podrá por si sola rendir frutos, si no está acompañada de la acción positiva de todos los involucrados.