El 2 de enero de 2025 marca un hito en la historia bilateral de Ecuador y China: 45 años de relaciones diplomáticas caracterizadas por la cooperación, el respeto mutuo y logros significativos en comercio, salud y desarrollo económico. Esta alianza estratégica se ha fortalecido con el tiempo, abriendo nuevas puertas al futuro.
Un camino de cooperación y logros conjuntos
Desde el establecimiento formal de relaciones en 1980, Quito y Pekín han trabajado juntos en diversas áreas clave. Durante la pandemia de COVID-19, China jugó un papel crucial al suministrar más de 22 millones de dosis de la vacuna Sinovac a Ecuador, con tres millones de ellas como donación. Este gesto no solo salvó vidas, sino que también aceleró la recuperación económica del país.
En el ámbito comercial, China se ha consolidado como el principal socio no petrolero de Ecuador. En 2023, las exportaciones alcanzaron los USD 5.669 millones, gracias al Tratado de Libre Comercio (TLC), que promete llevar el comercio bilateral a niveles sin precedentes. Productos estrella como el camarón han experimentado un crecimiento exponencial, reflejando el potencial de esta relación comercial.
La “Nueva Ruta de la Seda” y su impacto en Ecuador
Ecuador también se sumó a la ambiciosa iniciativa china de infraestructuras conocida como la “Nueva Ruta de la Seda”, lo que abre la puerta a proyectos de transporte, telecomunicaciones y energía. Este acuerdo no solo refuerza los lazos económicos, sino que fomenta un intercambio cultural y tecnológico que fortalece la relación bilateral a largo plazo.
Un futuro transformador impulsado por el TLC
El TLC entre Ecuador y China, que entró en vigor en 2023, marca un antes y un después para la economía ecuatoriana. Este acuerdo no solo facilita el acceso de productos nacionales al gigantesco mercado chino, sino que también posiciona a Ecuador como un jugador clave en el comercio internacional.
Para Darío Regalado, Presidente de la Cámara de Comercio Ecuador Shanghái China, en sus 45 años de historia, las relaciones entre Ecuador y China han evolucionado hacia una cooperación estratégica que impacta profundamente en ambos países. Con el TLC como catalizador, el horizonte está lleno de oportunidades económicas, culturales y tecnológicas.
¿Cómo afectará esta relación al desarrollo sostenible de Ecuador? El tiempo dirá, pero el presente ya vislumbra un futuro prometedor.