EDITORIAL
China, no solo es la fábrica del mundo, es el mercado soñado para los empresarios y productores occidentales, como potencia económica, China es un gran importador de productos como equipos médicos, alimentos y productos químicos, entre otros.
En los últimos años, el desarrollo del mercado de consumo doméstico ha sido una prioridad para el gobierno chino, por lo que exportar a China se ha convertido en una de las mayores oportunidades comerciales para productores de todo el mundo.
Si consideramos que la población China representa el 20% de la población mundial, y que en los últimos años sus ingresos han crecido el 30%, podemos asegurar que es un destino nada despreciable y que puede representar múltiples beneficios.
Otra razón para doblar esfuerzos en la estructuración de un proyecto de exportación a China hoy día, tiene que ver con la resiliencia de su economía en esta época de incertidumbre. Si bien todos los mercados, en mayor o menor medida han tenido que afrontar situaciones muy complejas de cierres, cuarentenas, apertura, limitación a la movilidad de las personas, etc., el mercado chino tiene más de un año de haberse recuperado. Durante el primer semestre del 2021 su crecimiento económico alcanzo un 12.7%. Es así que segunda economía más grande del mundo se posiciona como una excelente opción de mercado de exportación que por sus dimensiones y dinámica interna y externa, tiene excelente capacidad de absorber fuertes choques externos y mantener una demanda constante.
Es previsible que China continúe creciendo en los próximos meses. Las proyecciones de crecimiento económico para este 2021, según el Banco Mundial, rondan el 8.5%. Todavía el mundo está batallando con la pandemia y China no es la excepción. Desde finales de julio los chinos intentan controlar la aparición de varios centenares de casos de la variante Delta, mucho más agresivo en su contagio. Si bien China se ha mantenido prácticamente “libre de virus” durante más de un año, la reaparición de focos y su propagación por varias provincias hacen que todos los que estamos siguiendo de cerca el desempeño de su economía, tengamos mesura en las expectativas sobre el futuro. En todo caso, lo único cierto es que vivimos en tiempos de incertidumbre y precisamente por esa razón, el exportador nacional no debe “poner todos los huevos en el mismo canasto”. Hay que estar siempre atento y en búsqueda de nuevas oportunidades comerciales y nuevos mercados para la empresa. China, para algunos exportadores, puede convertirse en la mejor opción.
Mgsr. Darío Regalado
Presidente de la Cámara de Comercios Ecuador Shanghái China.