La pandemia y los cortes en la cadena de suministros pusieron de relieve la dependencia de los de las importaciones chinas a los sistemas de transporte occidentales. Desde 2020, EEUU y las naciones que conforman la Unión Europea (UE), así como muchas otras, trabajan para evitar futuros problemas en la cadena de suministros. Por su parte, China no solo se ha propuesto ser autosuficiente, sino que, además, quiere convertirse en una superpotencia logística.
En concreto, el Gobierno de Pekín planea construir un «sistema de circulación moderno» para sustentar en él la eficiencia y la competitividad de su economía. Dicha estructura abarcará los flujos comerciales, financieros y el transporte de mercancías, y su puesta en marcha permitiría a China ofrecer precios más competitivos -al reducir sus costes de envío y aumentar la velocidad de entrega- y un mayor control sobre el traslado de las importaciones y exportaciones. Además, dará al país una imagen más completa de los flujos comerciales mundiales, pero, sobre todo, incrementará su influencia en el comercio mundial.
Uno de los aspectos clave que componen una red de logística completa ya lo controla: el transporte marítimo. Por ese motivo, China ha decidido centrarse en la creación de redes internacionales de almacenamiento, distribución y entrega urgente, y de una plataforma de datos logísticos.
Por el momento, sus planes progresan adecuadamente. Desde 2015, China ha pasado de tener menos de 100 almacenes en el extranjero a más de 2.000, los cuales gestiona a través de exportadores o empresas de e-commerce transfronterizo que operan en los mercados internacionales, según el propio gobierno chino. En el futuro, el país también quiere incluir a esta red una serie de empresas logísticas autóctonas y competitivas a nivel mundial.
Actores emergentes
En el sector de la mensajería internacional, China todavía tiene un largo camino por recorrer hasta estar a la altura de otros gigantes como UPS, FedEx y DHL. Sin embargo, ya cuenta con un candidato para plantarles cara: Cainiao, el brazo logístico de Alibaba.
Fundada en 2013, Cainiao se encarga de los paquetes en un punto determinado de su viaje antes de pasar a otra empresa privada de mensajería o logística, como FedEx o UPS, según reza su página web. Para ello, ha construido una red de almacenes, centros de distribución, puntos de recogida y entrega, y centros logísticos integrados. Además, cuenta con su propio software y sistemas automatizados. Todo ello le ha permitido posicionarse como una de las mayores empresas de transporte de China, participando en la entrega de una media diaria de 4,5 millones de paquetes transfronterizos e internacionales en lo que va de año, según recoge Quartz.
Otras empresas chinas de logística que también están luchando por ampliar su cuota de mercado son JD Logistics, el brazo de entrega del minorista JD.com, y la empresa global de mensajería SF Express. Por otro lado, el propio Gobierno de Pekín creó en 2021 un conglomerado logístico estatal con 30.000 millones de yuanes de capital que quiere convertir en un «organizador de la cadena de suministro global».
TikTok también podría jugar un papel clave en la expansión de China. El gigante del entretenimiento se ha propuesto levantar un «sistema de cumplimiento de comercio electrónico internacional» y, para ello, ya ha publicado ofertas de trabajo para unos futuros almacenes y centros de cumplimiento -donde se garantiza que los pedidos se completen de acuerdo con las especificaciones del proveedor, según ShipLilly- en Seattle y Los Ángeles, ambas en EEUU. Tener presencia en el país acelerará las entregas de mercancías a los consumidores estadounidenses y, al mismo tiempo, facilitará las devoluciones de productos.